Si te gusta ahorrar dinero cuando compras, la legislación de la UE puede ayudarte a saber si estás haciendo una buena compra y protegerte de algunas estafas.
Según las normas de la UE, los vendedores deben indicar los precios de los productos con claridad, incluido el precio por unidad, lo que te permite comparar los productos fácilmente. El precio debe incluir todos los impuestos y los gastos de envío y debe ser inequívoco, claramente legible y fácilmente identificable.
Los vendedores tienen prohibido etiquetar un producto como «gratuito», «regalo» o «sin gastos» si tienes que pagar algo aparte del inevitable coste de la respuesta al anuncio y de la recogida del producto o de su entrega. La legislación de la UE prohíbe todas las prácticas comerciales agresivas y engañosas; con algunas de ellas se puede intentar engañar incluso a los compradores más sagaces. Las tiendas tienen prohibido, por ejemplo, afirmar que tienen una «venta de liquidación» cuando ello no es cierto. También están prohibidas las afirmaciones falsas de que un producto solo está disponible, o disponible a un precio determinado, durante un período de tiempo muy limitado, ya que esto te impide tener tiempo suficiente para tomar una decisión informada. No está tampoco permitida la publicidad señuelo, esto es, cuando los vendedores te atraen a su tienda anunciando un producto a un precio bajo, aun sabiendo que no tienen cantidades suficientes disponibles a ese precio, o se niegan a mostrar el producto o a aceptar pedidos y, en su lugar, promocionan un producto diferente.
Para protegerte de las ofertas falsas, desde mayo de 2022, las normas de la UE requieren que el precio descontado se muestre junto al precio regular aplicado durante los treinta días previos al inicio de la oferta.