¿Te has fijado en que allá donde vayas hay carteles de conciertos de coro? No hay localidad europea que se resista a este género musical. Un coro es algo más que una mera forma artística; es una actividad social que tiene lugar en escuelas, lugares de culto y centros comunitarios, entre otros. Puede reforzar los vínculos sociales entre generaciones, géneros y orígenes étnicos diferentes en comunidades diversas. En un informe de 2015 sobre la popularidad del canto coral en Europa se confirmaba que 22,5 millones de personas (alrededor del 4,5 % de la población) dedican una parte de su tiempo libre a esta actividad cultural. El nivel de participación varía entre países: un 2,3 % de la población en Polonia participa en coros, mientras que en Austria lo hace un 11 %.

La asociación coral europea (una red de coros apoyada por la UE) presta la mayor parte del apoyo de la Unión a músicos y musicólogos, incluidas las asociaciones con universidades para promover una música vocal de gran calidad y la voz como instrumento universal. También organiza un gran evento coral, el festival Europa Cantat. La asociación participa en proyectos financiados por la UE como Sing Me In, para la integración de los migrantes, o Sing Outside The Box, destinado a nuevos públicos y participantes. También participa en proyectos de patrimonio cultural inmaterial sobre canto colectivo y organiza talleres y seminarios web, por ejemplo sobre canto coral para personas con autismo.